Resistencias - Valor Fijo

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Una resistencia de valor fijo tiene una resistencia eléctrica fija, definida y no ajustable. En un mundo ideal, una resistencia fija perfecta tendría una resistencia óhmica constante en cualquier circunstancia, independientemente de factores como la tensión, la frecuencia y la temperatura. En realidad, todas las resistencias presentan cierta capacitancia e inductancia parásitas y dependencia de la temperatura. Los diferentes tipos de resistencias y materiales determinan la dependencia del valor de la resistencia de estos factores externos.

¿Cómo funciona una resistencia fija?

Para una tensión dada aplicada en sus terminales, el valor de la resistencia de una resistencia fija en ohmios determina la cantidad de corriente que fluye por ella, como lo describe la Ley de Ohm

V=IR

donde V = tensión aplicada, I = corriente a través de la resistencia y R = valor de resistencia de la resistencia.

Los fabricantes pueden controlar la resistencia de sus productos variando tres parámetros del material de la resistencia: la conductividad, la longitud del trayecto y el área de la sección transversal.

Tipos de resistencias fijas:

Composición de carbono: Este tipo de resistencia utiliza uno de los métodos de construcción más antiguos del mercado. Sin embargo, suelen ser más costosas y se usan menos porque otros tipos de resistencias fijas tienen mejores especificaciones, como la tolerancia, la dependencia de la tensión y los umbrales de estrés.

Resistencias bobinadas: También tienen una larga historia, pero siguen siendo ampliamente utilizadas hoy en día, ya que toleran aplicaciones de alta potencia, son estables a altas temperaturas y ofrecen estabilidad a largo plazo.

Resistencias de película fina: Vienen en dos variedades: resistencias de película de carbono y resistencias de película metálica, y tienen una construcción casi idéntica. Son ideales para aplicaciones como dispositivos médicos, equipos de audio y aparatos de test y medida que requieren gran estabilidad, alta precisión y bajo nivel de ruido.

Resistencias de película gruesa: Estas resistencias fijas son las más utilizadas en los dispositivos de consumo. Son las más económicas y las más fáciles de conseguir. Normalmente se usan en cualquier aparato eléctrico que utilice una batería o una fuente de alimentación CA.

Las resistencias fusibles no solo regulan la corriente, sino que también actúan como protección contra fallos al romper el circuito en caso de transitorios. Su construcción es similar a la de las resistencias bobinadas y se utilizan habitualmente en aparatos electrónicos costosos como televisores, amplificadores y equipos de monitorización y gestión de la seguridad.

Resistencias de montaje en superficie: La tecnología de montaje en superficie (SMT) es ahora el principal formato utilizado para los componentes electrónicos. Son más fáciles de usar en la fabricación automatizada y pueden ofrecer niveles muy altos de rendimiento. Las resistencias SMT usan tecnologías similares a las otras formas, pero en un encapsulado de montaje en superficie.

Aplicaciones para las resistencias fijas:

  1. Reducen la tensión de entrada a las fuentes de alimentación
  2. Limitan los niveles de corriente en los circuitos
  3. Disipan la energía térmica en los calentadores
  4. Transistores y diodos de polarización
  5. Resistencias pull-up en circuitos digitales